El archipiélago Chinijo se ubica al norte de Lanzarote y pertenece al municipio de Teguise. Está formado por un grupo de islas e islotes: La Graciosa, Alegranza, Montaña clara, el Roque del Este y el Roque del Oeste o del Infierno. El archipiélago debe su nombre a un mote cariñoso a los niños en Canarias: chinijo.
La única de las islas que está habitada es La Graciosa, por menos de 600 habitantes, que se dedican principalmente a la pesca y en menor medida al turismo. Junto al impresionante Risco de Famara y el archipiélago se constituye el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, declarado así en 1986.
Con hermosas playas vírgenes, arena blanca y aguas cristalinas, el archipiélago es un lugar para sentirse en el paraíso. Una de sus más importantes islas es La Graciosa, la más grande y destino ideal, tanto para turistas como para lanzaroteños.
En La Graciosa se puede caminar descalzo por sus calles de arena y las únicas formas de movilizarse son: caminando, en bicicleta o usando los servicios de transporte dedicados a este fin exclusivo. La Graciosa es el mayor de los islotes con 27 kilómetros cuadrados.
A La Graciosa se puede llegar únicamente por mar, desde el puerto de Órzola, al norte de Lanzarote. Se llega a Caleta del Sebo, en donde viven los “gracioseros”, dedicados mayormente a la pesca, por lo que habitualmente se ven las pequeñas embarcaciones en el puerto con gran variedad de pescado fresco. Existen dos compañías de barcos y ferrys con línea regular y en el camino no hay que perderse la espectacular vista del Risco de Famara. También está el pequeño pueblo Pedro Barba, que los locales lo hacen destino de fin de semana.
La isla cuenta con 7 playas principales, una más espectacular que la otra. La más famosa es la Playa de Las Conchas, con su arena blanca y estampa virgen, única para el relax. Otra de las hermosas playas que podemos encontrar son: Playa De La Laja, Playa De El Salado, Playa De Francesa, Playa De La Cocina, Playa De Lambra y Playa De Caleta De Arriba.
Entre las demás islas del Archipiélago está Alegranza, que tiene 10 kilómetros y no está habitada, alzándose sobre su tierra el Faro de Punta Delgada, declarado bien de interés cultural desde 2002. Es una isla privada y hay que pedir permiso para visitarla. Montaña clara, el Roque del Este y el Roque del Oeste o del Infierno.
La Graciosa y todo el archipiélago es un lugar que no puedes dejar de visitar. Y si puedes, quédate un par de días de acampada o en alguno de los alojamientos que se ofrecen en Caleta de Sebo. Los meses más concurridos son julio y agosto, especialmente los fines de semana, pero seguro consigues un lugar aislado para estar tú solo con la naturaleza.
Uno de los aspectos más importantes es la increíble biodiversidad de esta reserva marina, que nos invita a conocer e indagar más. Una de las actividades preferidas por los turistas es el submarinismo, ya que al sumergirse en las aguas del océano atlántico que rodean estas islas se entra en un mundo lleno de coloridos y es una experiencia que se cuenta toda la vida.
Tampoco necesitas ser un buceador experto para disfrutar del espectáculo, con un equipo de snorkel (máscara y tubo) estás listo para ver las especies que habitan en el fondo marino de estas islas. Hazlo y no te arrepentirás. Eso si, no te olvides del protector solar, porque cuando estés en estas playas, el tiempo se pasará volando y ni te darás cuenta que has pasado todo el día cautivado por la belleza que te rodea.
En este hábitat se incluyen gran variedad de especies, no sólo marinas, también aves que han hecho de estos islotes su nido. Por esta relevancia para el ambiente, está prohibida cualquier modalidad de pesca de recreo, salvo la expresamente permitida por el cabildo.
Es una zona protegida que debemos cuidar.
Cualquier clase de pesca profesional y cualquier extracción de flora y fauna marinas, exceptuando las autorizadas. Prohibido cualquier instrumento portado por los buceadores a mano o en embarcación que pueda utilizarse para la pesca.