Historia de lanzarote


La historia de Lanzarote es una combinación de culturas y de razas en constante lucha por superar los obstáculos de la lejanía insular y de la escasez de agua que padece la isla.

Lanzarote, conocida ya en la Antigüedad por fenicios y romanos, estuvo habitada por pueblos de ascendencia bereber por lo menos desde hace unos dos mil años. Estos habitantes, denominados majos, vivían del pastoreo, de la pesca y de una agricultura muy limitada.

A finales de la Edad Media se produjeron visitas de navegantes genoveses o castellanos, hasta que el normando Jean de Bethencourt, a las órdenes de la corona española, inició en el sur de Lanzarote el proceso de conquista de todo el Archipiélago.

En los siglos IX y XX

Situadas en una posición geográfica estratégica, e incorporadas al vasto imperio español de la época, las islas Canarias no sólo se convirtieron en puntos claves para el incesante tráfico comercial y cultural con las nuevas tierras de América sino que aumentaron su relación con países europeos como Portugal, Inglaterra o Francia.

Lanzarote, entre tanto, se consolidó como señorío feudal y comenzó una etapa de crecimiento muy tímido, marcado por las turbulencias causadas por la fragilidad económica y los frecuentes ataques piráticos.

La historia moderna de Lanzarote vivió un cambio trascendental en 1730, fecha en la que comenzó un periodo de potentes erupciones volcánicas que transformaron la isla y que si al principio provocaron un reguero de terror, al poco tiempo fueron motivo de prosperidad.

Los habitantes de la isla, agudizados por siglos de lucha por la supervivencia, crearon un modelo de agricultura único en el mundo con las cenizas volcánicas que predominan en el paisaje insular. Esos cultivos permitieron mayor producción y lograron aumentar las exportaciones. No obstante, el devenir de la isla en estas últimas centurias ha estado marcado por la combinación de ciclos económicos positivos (gracias a cultivos como la orchilla o la cochinilla) y fases críticas de aguda sequía, hambruna y emigración.

Cronograma Histórico

 

I milenio a. C., primeras arribadas humanas a Lanzarote.

1312, primera visita certera de un europeo: Lancelotto Malocello, probablemente, Lanzarote, deba su nombre a este expedicionario genovés. Permaneció, aproximadamente, unas dos décadas.

1402, llegada de Jean de Bethencourt, barón de La Grainville, y Gadifer de La Salle, caballero experto en batallas. Estos nobles son recibidos por el rey de Lanzarote, Guadarfía, y acuerdan un pacto de amistad y no agresión.

1407, Maciot de Bethencourt, primer gobernador de Lanzarote por delegación de su tío, el barón. Se casa con la princesa Teguise de Lanzarote. Son el tronco del que parte las distintas ramas de Bethencourt, Betancort y Betancor en Lanzarote, Canarias y América.

1584, Agustín de Herrera y Rojas, es nombrado por el rey Felipe II, I marqués de Lanzarote. Prototipo de noble de la época, destacó desde muy joven por su valentía y arrojo.

1616, sir Walter Raleigh, ataca Lanzarote. Uno de tantos ataques piráticos que asolaron la isla y el archipiélago durante los siglos XVI, XVII y XVIII.

1730-1736, primeras erupciones volcánicas históricas. Estas dejan la actual morfología de la isla, convirtiendo a Lanzarote en lugar mítico.

1852, Arrecife, capital de Lanzarote. En virtud de la Ley de Puertos Francos, de 10 de agosto, Teguise, deja de ser el centro económico y político de la isla.

1982, César Manrique, crea la Fundación que lleva su nombre. La reina doña Sofía, Presidenta de Honor. La CM, se ha constituido en un referente cultural en todo el archipiélago.

 

Actualmente

La tradicional precariedad de Lanzarote inició una radical metamorfosis en la segunda mitad del siglo XX. Este despegue económico ha coincidido con los profundos cambios políticos y sociales que ha vivido la sociedad canaria y española en los últimos treinta años.

Primero fue gracias al empuje de una industria pesquera ligada a la riqueza marina de la costa del Sáhara, pero justo cuando decaía esta fuente de ingresos la isla comenzó un espectacular desarrollo turístico que tuvo la suerte de plantear un modelo propio de la mano de César Manrique.

Este artista lideró una serie de actuaciones estéticas en enclaves naturales únicos, combinando la potencia de la arquitectura con el respeto al entorno. Con ello, Lanzarote -convertida ahora en un destino turístico de primer orden- no sólo ofrece un clima privilegiado durante todo el año, sino que ha logrado realzar todo su patrimonio cultural y medioambiental. Una isla protagonizada por su insólito paisaje, es decir, por lo que la naturaleza y el hombre han dejado grabado en la piel del territorio durante los siglos anteriores.

Para conocer la Historia de Lanzarote es necesario conocer la historia de sus gentes, de sus costumbres, y de su arte. A pesar, que mucha información de sus primeros habitantes se encuentra de forma escueta, debido a la falta de hallazgos arqueológicos. Las erupciones volcánicas que nos han dejado tan impresionante paisaje, también arrasaron y sepultaron muchas viviendas y con ellas el rastro de cómo se vivía en ese entonces, utensilios, pinturas, etc. Lanzarote también tuvo saqueos continuos de conquistadores y piratas, que destruían o se llevaban lo que encontraban a su paso.

Parte de la historia Lanzaroteña, se ve directamente en como el pueblo conejero ha sabido aprovechar sus áridas tierras y el cultivo de vida también es parte de su historia.