Flora y Fauna de Lanzarote


Flora de Lanzarote

Entre rocas volcánicas y playas, no parece que pueda haber mucha vegetación, pero la hay. La flora en Lanzarote se constituye por un variado número de especies que recorre la geografía insular. Los tonos verdes “representativos” de la flora se pueden observar especialmente en invierno, cuando los relieves de Lanzarote toman colores no propios de los volcanes.

Lanzarote no es una isla de significante vegetación, más bien de yerbas y pedregales. Sin embargo, se podría extender un listado de plantas y líquenes, que fueron parte de la economía insular, como la orchilla, utilizada para la fabricación de tintas y la barrilla, destinada a la obtención de sosa cáustica.

El caso de la escasa altitud de Lanzarote, 670 metros en su punto máximo, ha complicado el desarrollo de formaciones nubosas asociados a los vientos alisios, fenómeno que se conoce en las Islas Canarias como “mar de nubes”, por lo que los microclimas y número de pisos bioclimáticos se ve reducido, en comparación al resto de las islas del archipiélago.

En la isla se puede observar un primer piso de vegetación, asociado a las zonas costeras, ya que contiene especies que se adaptan a las extremas condiciones de insolación y salinidad, como el mato y las uvas de mar.

La Tabaiba dulce es un endemismo canario propio de las zonas bajas y secas, que se puede encontrar en lo que sería el segundo piso de vegetación con gran abundancia, razón por la cual se declarada símbolo vegetal de la isla.

Malpaís de la Corona acoge el principal Tabaibal de Lanzarote, al norte de la isla. La Palmera Canaria domina la zona de en piso superior, el principal palmeral de la isla se encuentra en Haría, en el denominado “Valle de las mil Palmeras”.

 

Fauna de Lanzarote

La principal representación de fauna vertebrada que se puede observar en Lanzarote, al igual que en el resto de las islas Canarias, son las aves. Actualmente, se conocen 40 especies de aves, 3 de reptiles y 6 de mamíferos en la isla.

Entre las aves resaltan el: cernícalo, el alcaudón real, el alcaraván o la hubara canaria.

Uno de los lugares más impresionantes para ver estas especies en el “Macizo de Famara”, ya que este acantilado de 600 metros de altura y que se extiende por 14 kilómetros se convierte en un santuario para las, amenazadas, especies que habitan en el territorio lanzaroteño.

Lanzarote y el archipiélago Chinijo, que incluye la isla de La Graciosa, Alegranza, Roque del este y Roque del Oeste, cuentan con una riqueza avícola que destaca la presencia de pardelas cenicientas, “quirres” (alimoches”, al igual que águilas pescadores o halcones de Berbería.

Por la parte de los reptiles, Lanzarote se caracteriza por dar hogar al lagarto atlántico y al perenquén majorero.

Una especie característica y muy reconocible de Lanzarote, que ya entra en las especies invertebradas, es el llamado “Jameito” Munidopsis polymorpha, que es un cangrejo pequeñito, albino y ciego, que habita exclusivamente en la laguna de agua salada que existe en el tubo volcánico de los Jameos del Agua. Esta impresionante cueva es visita obligada para quien visite Lanzarote y decida ver estos “puntitos blancos” en el fondo rocoso de una laguna única.

Los dromedarios (porque tienen una joroba), aunque no autóctonos, son imagen representativa de Lanzarote. Los “Camellos de Lanzarote” se encuentran en Las Montañas del Fuego y atraen a grandes y pequeños cuando pasean por el relieve volcánico del Timanfaya. Es una excursión que se puede hacer en familia y seguramente te dejará un gran recuerdo.

Fauna Marina

Sin duda, Lanzarote no solo es un lugar increíble emergido, también la zona sumergida alberga vida y paisajes submarinos incomparables. En las aguas que rodean la hermosa isla de Lanzarote y el archipiélago chinijo se encuentran la mayor cantidad de especies. 

Lanzarote es la única isla del Archipiélago Canario que comparte plataforma marina con otra isla vecina, Fuerteventura, además de compartirlo con los de islotes que conforman el Archipiélago Chinijo. Este fenómeno geomorfológico realza la amplitud de fondos de poca profundidad en los que se puede apreciar la vida marina.

Son excepcionales los veriles con paredes cubiertas de corales amarillos, naranjas y negros, pólipos y grandes gorgonias. Las aguas que circundan esta Reserva de Biosfera, cálidas todo el año y con una visibilidad de hasta 40 metros, albergan numerosas especies de fauna y flora oceánicas en su propio medio.

Para los amantes del buceo, es todo un espectáculo contemplar meros, rayas, “cornudas”, morenas y un amplio abanico de especies autóctonas que destacan por su variedad de formas y colores. Ocasionalmente, también se pueden topar con mamíferos como varias especies de delfines o reptiles como las tortugas marinas.

Los fondos arenosos con paredes verticales y cantiles rocosos regalan un hábitat especial en el que se pueden contemplar viejas, ratones de mar, angelotes, atunes, mantas diablo, estrellas de mar, jureles, sargos, seifíos, galanas, salemas, bicudas y un sinfín de peces e incluso, además de numerosos barcos hundidos que sirven de hogar para una gran diversidad de especies.