Llegar a la Playa de las Conchas es como llegar al paraíso. Impresiona su abundante arena blanca que se extiende por más de 600 metros. Esta playa, rodeada de la naturaleza, debe su impresionante tono dorado y blanco en su arena gracias al paso del corredor de jable que proviene del Sáhara. Los contrastes entre el color de la arena y los hermosos tonos turquesas de las aguas del atlántico, te dejan sin habla. El paisaje se completa con la vista de la pequeña isla de Montaña Clara, justo al frente de Las Conchas. Es un lugar impresionante que se queda en la memoria, pero no olvides la cámara que querrás llevarte todos los recuerdos posibles de este paradisíaco sitio.
Las Conchas está en una zona rústica y aislada, que le da aún más encanto, sin embargo no es de fácil acceso. Se puede llegar andando por uno de los caminos principales de la isla, saliendo desde Caleta de Sebo. Este recorrido a pie tarda entre 45 minutos a una hora. También se puede ir en bici que se alquilan justo al llegar al puerto y sus precios oscilan entre los 8 y 20 euros, según el tipo de bici, para todo el día. Se deben tener en cuenta las horas de luz para la vuelta, tanto si se regresa caminando o pedaleando. Otra de las opciones es contratar un jeep que te lleve hasta las Conchas y luego te recoja a la hora deseada, si vas en grupo el precio suele ser menor y siempre hay con quien compartir el camino “todo terreno”. Además, se puede llegar en “water taxi” para los más aventureros.
Esta exótica cala tiene fuertes corrientes marinas, por lo cual no es recomendable si se visita la isla con niños. La playa de las Conchas tiene “bandera roja” todo el año por la misma razón, pero no está prohibido el baño. Solo hay que ser precavido especialmente con marea alta, ya que la salida del agua es inclinada y las olas rompen en la orilla.
La Playa de las Conchas en La Graciosa es un lugar para disfrutar de la naturaleza y del paisaje, no olvides llevar mucha agua y protección solar.