Los Charcones, de esos lugares que conoces y te dejan un recuerdo para toda la vida. Las piscinas naturales son una impresionante creación de la naturaleza y se convierten en uno de los lujosos secretos de Lanzarote.

En la costa suroeste de Lanzarote se encuentran unas maravillosas piscinas naturales llamadas “Los charcones”. Este secreto que guarda la isla del fuego llama la atención de residentes y visitantes. Es un lugar de difícil acceso, pero siempre que sepas cómo llegar, no querrás dejar pasar la oportunidad de darte un chapuzón en estas increíbles piscinas formadas por la naturaleza, con la fuerza de los golpes del agua contra la costa volcánica de la isla. El agua de mar y la tranquilidad de tener una de estas piscinas solamente para ti, en “primera línea de playa”, es un privilegio único.

Estas auténticas piscinas naturales son impresionantes. Charcos de distintos tamaños y profundidades. Tan profundos como para zambullirse en ellos y otros que son perfectos para relajarse por su escaso fondo. Las tonalidades turquesas y de diversos azules se crean por las profundidades y la luz que llega a cada una de las piscinas. El trayecto para llegar es muy rústico, pero incluso coches pequeños pueden llegar. Sólo es cuestión de ir despacio y tratando de no pasar sobre las rocas. Es casi como el camino a Playa Papagayo, sólo un poco más movido. La recompensa después de esta vía tan complicada, es que al llegar no hay demasiada gente y fácilmente puedes encontrar un hueco en este impresionante paisaje. Es, por esto, un secreto bien guardado. Casi siempre encontrarás residentes que “lo conocen”. Los Charcones están muy cerca de Playa Blanca, pero alejadas del centro turístico y del bullicio que éste trae. Se pueden encontrar a unos kilómetros al norte del Faro de Pechiguera, justo donde está ubicado un hotel antiguo que no terminó de construirse. Este es el punto de referencia más adecuado, por si necesitas pedir indicaciones.

Que no te engañe el panorama de tierra seca, aparentemente sin nada de interés y el edificio abandonado. A pocos metros, en esta orografía volcánica verás la bahía con charcas espectaculares. Cuando llegues, sólo tienes que bajar un pequeño acantilado. No es difícil, sólo hay que bajar con cuidado entre las rocas, especialmente si vas cargado, con niños o van personas mayores. Al bajar y estar en este insólito paisaje, te sorprendes de cómo la naturaleza se luce como arquitecta. Las aguas cristalinas de los pozos que se forman en esta zona invitan al baño. Un baño privilegiado entre aguas que se renuevan con la marea y van cambiando de tonalidades según la profundidad de cada una de las piscinas naturales. Y como hay charcones para todos los gustos, es recomendable tomarse el tiempo de escoger uno para acomodarse que mejor se adapte a lo que queremos. Es preferible evitar los charcones cercanos al litoral y buscar los que están cobijados del viento y alejados de la corriente fuerte del atlántico. Especialmente, si se va con niños.

Sumergirse en las aguas de estas piscinas es indescriptible, pero lo mejor es hacerlo de forma segura, por lo que se recomienda cuidado al entrar y salir de cada charcón, ya que las rocas pueden ser resbaladizas. El calzado adecuado es imprescindible, tanto para el sendero o zona seca, como para la zona mojada. Lo ideal es llevar unos zapatos de agua o, en su defecto, unos calcetines que no te importe que se mojen.

En Los Charcones puedes encontrar pequeños erizos de mar, normalmente aferrados a las paredes rocosas. Y lindos pececillos que llegan con la marea a los charcos más profundos. Es impresionante como en este lugar pueda haber tanta vida. Un marco naturista que regala una experiencia exclusiva en la isla para quienes lo visitan. Es un secreto a voces, pues pocos de los turistas logran conocerlo y por su difícil acceso no encontrarás muchos acompañantes en este litoral excepcional. Definitivamente, no querrás olvidar la cámara, para llevarte un recuerdo único de la Isla de Fuego. La gran estampa que mezcla colores del mar, el cielo, la lava solidificada en tonos negros y el turquesa y azul distinto en cada uno de Los Charcones. Quizás, aparezca como protagonista alguna de las gaviotas que sobrevuela los cielos o algún cangrejo que se dé un paseo frente a sus nuevos acompañantes. Es un lugar fenomenal, que no puedes dejar de visitar si tienes la oportunidad.  

¿Cómo llegar a Los Charcones? Hay dos formas de llegar a Los Charcones.

La primera, más fácil, es llegar en coche por una ruta de tierra. Los Charcones se encuentran a cinco minutos de Playa Blanca. Se bordea Montaña Roja y al localizar del lado izquierdo el hotel abandonado, se ve un pequeño camino de tierra que zigzaguea hasta la estructura en ruinas, que nos indica que estamos en el lugar indicado.

La vía, con muchos baches, puede pasar desapercibida, así que lo mejor es aminorar la marcha y “aguantar” esos cinco o seis minutos de “sube y baja” para llegar a uno de los lugares vírgenes de este paraíso. Y para los que les gusta la aventura y un buen pateo, la segunda forma de llegar es andando. Puedes hacer senderismo desde distintas zonas de las islas. Dejando el coche en la playa de Janubio y haciendo camino de bajada. También desde playa blanca también se puede llegar haciendo una ruta de nivel de dificultad medio-alto. O desde el Faro de Pechiguera en dirección norte, caminando pegadito a la costa para, además de disfrutar del camino, apreciar la maravillosa fuerza de las olas rompiendo en la costa volcánica. Esto toma alrededor de una hora, hora y media de sendero.

Recomendaciones

*Llevar protección solar, agua y comida.

*Usar gorra, ropa y calzado adecuado para senderismo y zonas húmedas.

*La entrada y salida de las piscinas naturales puede ser algo complicada, por lo resbaladizas que pueden ser las rocas y algas, pero nada que unos zapatos de agua no soluciones. O en su defecto, unos calcetines que no te importe que se mojen.

*No confiarse de la fuerza del mar.

*Extremar los cuidados con los niños y adultos mayores. Especialmente al bajar o subir por los acantilados.

*Activar el Gps

También debes saber:

Que no te sorprenda ver a algún local aprovechar los recovecos de las piedras naturales para hacer una barbacoa, especialmente en días festivos.

En verano, los días en Los Charcones pueden prolongarse hasta las ocho o nueve de la tarde… y seguro que no querrás salir, pero es relevante regresar con buena luz por la carretera de tierra, que seguro olvidaste al poner un pie en estas increíbles piscinas.

Puedes pasar un día en Los Charcones, pero no olvides llevar lo necesario para un lugar virgen y alejado de todo el núcleo turístico.

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