El teatro insular pasará a denominarse Teatro Víctor Fernández Gopar "El Salinero". La propuesta resultante obtuvo el 45% del total de votos emitidos por la población, 144 de los 318 válidos. Será elevada a la consideración del próximo Pleno para la aprobación definitiva de esta designación.
El teatro insular de Lanzarote será bautizado con el nombre de Teatro Víctor Fernández Gopar 'El Salinero', fruto del resultado de la votación de la ciudadanía que durante la pasada semana decidió -con una amplia mayoría- que este espacio escénico y cultural dependiente del área de Cultura del Cabildo de Lanzarote pase a denominarse con este nombre.
La población que durante este proceso, plural y democrático, acudió a votar a una de las seis propuestas consensuadas por todos los grupos políticos con representación en la Institución, ha decidido con 144 votos de un total de 318 votaciones válidas (de los 319 votos, uno fue nulo), que el teatro pase a llevar el nombre de 'El Salinero'. La propuesta resultante de este veredicto popular será elevada al próximo Pleno de la Corporación insular, que previsiblemente se celebrará el 10 de mayo, para su aprobación definitiva.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y el consejero de Cultura, Óscar Pérez, agradecieron a todos los que han querido participar en este proceso, grupos políticos del Cabildo y ciudadanía, para que esta infraestructura cultural cuente a partir de ahora con nombre propio.
El resultado de la votación ha sido dado a conocer durante la jornada de este lunes, 18 de abril, en una acto público donde un funcionario de la Secretaría General del Cabildo y personal técnico del área de Cultura han realizado el recuento de votos con la presencia del presidente del Cabildo y de los representantes de todos los grupos políticos representados en la Institución.
Tras el recuento de votos y fallo de la votación popular, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, agradeció el trabajo realizado por los técnicos del área de Cultura que dirige Óscar Pérez, para desarrollar este proceso, en el que han participado todos los grupos políticos de la Corporación y posteriormente la ciudadanía, a través de un “proceso de votación abierto y plural”.
No obstante, Pedro San Ginés quiso hacer una reflexión respecto a este proceso para la designación del nombre del teatro, y afirmó que “aunque seguramente era mejorable, esto ha sido mejor que si de manera unilateral lo hubiera hecho el Pleno de la Corporación”, siendo en este caso -según el presidente- “un proceso a mejorar para próximas ocasiones que las habrá, pero participativo, desde el punto de vista de la ciudadanía, y de alto consenso de toda la Corporación insular”.
RESEÑA BIOGRÁFICA
TEATRO VÍCTOR FERNÁNDEZ “EL SALINERO”
Víctor Fernández Gopar “El Salinero”
(Las Breñas,1844 – Yaiza, 1920)
Siendo un niño, al no haber escuelas en el sur de Lanzarote, solicita al párroco de Femés, Domingo Casadesus, y al vecino Juan Estévez, que lo enseñen a leer y a escribir mientras desempeña las tareas de pastor. En 1895 es contratado por Pedro Cerdeña para construir las Salinas de El Janubio, donde llegará a ser maestro salinero y encargado del citado ingenio. Alejado del ambiente intelectual y cultural burgués de los escritores coetáneos lanzaroteños adscritos al Regionalismo literario, se convierte en un poeta popular, con una voz lírica que se nutre de la dura existencia del campesino y salinero del sur de la Isla. Es autor de composiciones poéticas en las que con mordacidad y sinceridad, denuncia o critica las injusticias sociales y políticas que observa y padece en su vida diaria. Compone coplas con un estilo sencillo, natural y sin artificios, siendo también un notable improvisador de letras de melodías folklóricas (isas, malagueñas...) que rápidamente formaron parte del repertorio popular lanzaroteño.
En 1977, Agustín de la Hoz recopila sus composiciones y las publica bajo el título de “Coplas de Víctor Fernández, El Salinero”, valiéndose de varias transcripciones aportadas por Domingo Casadesus, Bermúdez, José Bethencourt y Vicente Borges.
“Si yo tengo de Alcalde
a mi medianero,
resulta en la Alcaldía
lo que yo quiero.
Si el Secretario he sido
yo quien lo ha puesto,
se escribe lo que seapor mi dispuesto.
Y si los de la Junta
viven conmigo,
se hacen los repartos
como yo digo.
No habrá quien diga nada,
callan el pico,
respetando las barbas
del hombre rico.
Porque si no cumplen
bien mis deseos,
saldrán a poco tiempo
de sus empleos".