El Museo Atlántico de Lanzarote se inauguró oficialmente este martes 10 de enero, convirtiéndose en el primer museo de arte submarino de Europa. El museo submarino muestra 200 esculturas del artista británico Jason deCaires Taylor, ocupando una superficie marina 2.500 metros cuadrados al sur de Lanzarote, específicamente en la bahía de Las Coloradas en Playa Blanca, a 14 metros de profundidad.
Hace más de dos años que comenzó este proyecto, que aspira a mantener en Lanzarote el fuerte diálogo visual entre arte y naturaleza. El Museo Atlántico fue diseñado para crear un arrecife artificial a gran escala, los primeros trabajos, que fueron instalados en febrero de 2016, ya han visto un incremento considerable en los índices de generación y abundancia de especies. El mismo artista se ha maravillado del rápido crecimiento y de la fauna marina como: tiburones "angelotes", bancos de barracudas y sardinas, pulpos, esponjas marinas y la ocasional raya mariposa.
Esta es la primera vez que Taylor instala estructuras arquitectónicas tan grandes. Las nuevas instalaciones incluyen un muro de 100 toneladas y 30 metros de longitud; la escultura de un jardín botánico que hace referencia a la flora y fauna local y una composición de 200 figuras humanas a tamaño real que forman un remolino humano.
El museo, que ocupa un área de 50x50 metros de lecho marino arenoso desprovisto de vida, está construido con materiales de pH neutro respetuosos con el medio ambiente, y todas las piezas han sido diseñadas para adaptarse a la vida marina endémica.
Las nuevas piezas del Museo Atlántico son:
La pira inmortal
Moldeada a partir de un pescador local de la isla de La Graciosa, en la costa norte de Lanzarote, la escultura está formada por una serie de palos de hormigón que representan una tradicional pira funeraria.
Cruzando el Rubicón
Cruzando el Rubicón consiste en una grupo de 35 figuras que caminan hacia un muro de 30 metros de longitud por cuatro metros de altura con una puerta, que representa un límite entre dos realidades y un portal hacia el Océano Atlántico.
Tiene la intención de ser un monumento a lo absurdo, una barrera disfuncional en medio de un vasto fluido. Pretende recordarnos que no podemos segregar nuestros océanos, el aire, el clima o la naturaleza tal como lo hacemos con nuestras tierras y posesiones. Olvidamos que todo es parte integral de un sistema vivo del que somos responsables.
Cruzar el Rubicón es traspasar un punto de no retorno. El trabajo pretende marcar el 2017 como un momento crucial, una línea roja y un recordatorio de que nuestros océanos y clima están cambiando y que necesitamos tomar decisiones urgentes antes de que sea demasiado tarde.
Portal
El portal representa una joven chica híbrida mirando hacia un gran espejo cuadrangular que refleja la superficie del océano. El espejo se encuentra sobre una serie de estructuras con forma de cactus con pequeños compartimentos diseñadas para atraer pulpos, erizos de mar y peces juveniles.
Descontrol
En el conjunto de hombres que forman parte infantil, se pueden observar las esculturas de hombres de negocios con traje mientras juegan en "Descontrol".
Un columpio y dos balancines que demuestran la indiferencia y arrogancia del mundo corporativo hacia el mundo natural.
Uno de los balancines hace referencia a una bomba de extracción de petróleo, una observación sobre el control de estos combustibles fósiles y de su uso desregulado. El otro refleja la presión que realizamos sobre las especies marinas y su colapso final si no la controlamos.
Remolino humano
El "Remolino humano" ha sido la última pieza en instalarse en el Museo Atlántico, formada por un conjunto de 200 figuras a tamaño real que crean una gran formación circular.
La posición de las figuras crea una compleja formación como arrecife habitable por especies marinas y constituye una emotiva despedida para los visitantes al final del tour.
La instalación artística nos recuerda que hemos evolucionado desde la vida marina y que todos estamos sujetos a los cambios y a la voluntad del océano
Una visita al Museo Atlántico puede que nos conduzca a un mejor entendimiento de nuestra relación con el medio marino y a apreciar la necesidad de valorar y proteger este frágil ecosistema para salvar nuestras propias vidas.
El museo incluye una entrada y una salida y las piezas se ordenan en una secuencia de 12 instalaciones. Existen dos opciones a la hora de visitar el museo: el snorkel o el buceo con botella, para lo cual hay que tener un titulo para sumergirse hasta 12 metros de profundidad.
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Corte de cinta bajo el agua
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y el creador del monumental conjunto artístico, el ecoescultor británico Jason deCaires Taylor, fueron los responsables del tradicional corte de cinta, en este caso, con la particularidad de realizarse bajo el mar, lanzando un mensaje de esperanza para el Gran Azul.
"Espero que el Museo Atlántico de Lanzarote constituya un portal hacia otro mundo y fomente un mejor entendimiento del precioso medio marino y de nuestra máxima dependencia de él" señalaron ambos desde el lecho marino de la bahía de Las Coloradas, mientras autoridades, invitados y medios de comunicación compartían en directo el histórico instante desde un barco en superficie.
La consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Mariate Lorenzo, por su parte, señalaba que esta iniciativa es un exponente de las sinergias que se pueden crear entre el Turismo, la Cultura y el Deporte. Además, resaltó que el Museo Atlántico, el primero submarino de toda Europa, "se ha convertido en la intervención turística con mayor impacto mediático internacional y más prolongado en el tiempo que haya impulsado nunca el Gobierno de Canarias".
El Museo Atlántico tuvo un coste de aproximadamente 700 mil euros, según informó el consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio. También recalcó que el museo "viene a renovar la oferta de espacios de la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo. Que aporta un nuevo espacio en el que se vincula la naturaleza con su preservación y su mantenimiento y con el mundo del arte".
Biografia Jason DeCaires Taylor
Jason DeCaires Taylor nació en 1974 y creció entre Europa y Asia. De padre británico y madre oriunda de Guyana dedicó mucho tiempo de su infancia a conocer arrecifes de corales de Malasia.
El joven Jason se graduó en 1998 en el London Institute of Arts y posteriormente se convirtió en instructor de buceo y experimentado fotógrafo subacuático.
El cruce del arte y el mar le convirtieron en un escultor especializado en esculturas subacuáticas, cuyo trabajo pretende llamar la atención además sobre la conservación de los medios marinos frágiles.
Este original museo subacuático es el tercero del artista, tras el Museo Subacuático de Esculturas (MUSA) realizado en Cancún (México) y el Parque Subacuático de Esculturas existente en la isla caribeña de Granada.